Economía Regenerativa: un nuevo modelo de prosperidad

En un mundo donde hay evidencia clara que el modelo económico tradicional ha sido insostenible en términos ambientales, sociales y económicos, la búsqueda de nuevas alternativas se vuelve imperativa. En este contexto, la economía regenerativa emerge como un enfoque que no solo busca remediar los males del sistema económico actual, sino que también aspira a regenerar y fortalecer los sistemas naturales y sociales en los que se basa nuestra prosperidad a largo plazo.

La economía regenerativa se fundamenta en la idea de que los sistemas económicos deben operar en armonía con los ciclos naturales, buscando no solo minimizar el impacto negativo, sino también regenerar y restaurar los recursos y comunidades afectadas. Este enfoque va más allá de la simple sostenibilidad, que a menudo se limita a mantener el status quo, y busca activamente mejorar los sistemas naturales y sociales en los que se sustenta la vida en el planeta.

Uno de los principales exponentes de la economía regenerativa es John Fullerton, ex banquero de Wall Street y fundador del Capital Institute. Fullerton sostiene que el enfoque convencional de la economía, basado en el crecimiento ilimitado y la maximización del beneficio a corto plazo, es insostenible a largo plazo. En su lugar, aboga por un enfoque basado en la regeneración, que reconozca los límites planetarios y promueva la equidad social y la resiliencia económica.

Kate Raworth, economista británica y autora del libro “Doughnut Economics”, también ha contribuido significativamente al debate sobre la economía regenerativa. Su modelo del “doughnut” propone un nuevo marco económico que busca equilibrar las necesidades humanas básicas con los límites planetarios. Según Raworth, una economía verdaderamente regenerativa debe operar dentro del espacio seguro y justo del “doughnut”, garantizando que todas las personas tengan acceso a una vida digna sin sobrepasar los límites ecológicos del planeta.

John Fullerton ha sido uno de los pioneros en teorizar sobre principios claves e interconectados, que guían el quehacer de una nueva economía regenerativa orientada a la salud ecosistémica (Capital Institute, 2015):

1. En una relación adecuada – La humanidad es una parte integral de una red de vida interconectada en la que no hay separación real entre “nosotros” y “aquello”. La escala de la economía humana es importante en relación con la biósfera, en la cual está integrada. Más aún, todos estamos conectados el uno al otro y a todos los lugares de nuestra civilización global. Un daño a cualquier parte de la red se convertirá en un daño hacia todas las partes.

2. La riqueza vista de manera holística – La verdadera riqueza no es solamente dinero en el banco. La riqueza debe ser definida y administrada en función del bienestar del todo, alcanzada a través de la armonización de múltiples clases de bienestar o capital, incluyendo el social, cultural, vivo y experimental. También debe ser definida por una prosperidad ampliamente compartida a través de todas estas formas variadas de capital. El todo es tan fuerte como el eslabón más débil.

3. Innovadora, adaptativa y responsiva – En un mundo en el que el cambio está siempre presente y en aceleración, las cualidades de innovación y adaptabilidad son fundamentales para la salud. Esa es la idea que Charles Darwin intentó transmitir en la siguiente declaración a menudo malinterpretada: “en la lucha por sobrevivir, el más fuerte gana a expensas de sus rivales”. Lo que Darwin realmente quería decir es que el más “apto” es el que mejor se adapta a un ambiente cambiante.

4. Participación empoderada – En un sistema interdependiente, ser apto viene de contribuir de alguna manera a la salud del todo. La calidad de la participación empoderada significa que todas las partes deben estar “en relación” con un todo mayor en formas que no solo las empoderen para negociar sus propias necesidades, sino que también les permita sumar sus contribuciones únicas hacia la salud y el bienestar del todo en el cual están insertos.

5. Respetar el lugar y las comunidades – Cada comunidad humana está integrada por un mosaico de personas, tradiciones, creencias e instituciones moldeadas de forma única por constantes presiones geográficas, de la historia humana, culturales, del ambiente local y de las cambiantes necesidades humanas. Reconociendo estos hechos, una Economía Regenerativa nutre comunidades y regiones sanas y resilientes, cada una de ellas constituida en forma única por la esencia de su propia historia y del lugar en que se encuentran.

6. Abundancia del efecto limítrofe – La creatividad y la abundancia prosperan en sinergia en los límites de los sistemas, donde los vínculos que unen los patrones dominantes son más débiles. Por ejemplo, existe una abundancia de vida interdependiente en las áreas donde los ríos se unen a los océanos. En esos extremos, las oportunidades para la innovación y la fertilización entre especies son muy grandes. El trabajo de forma colaborativa a través de estos extremos, con un aprendizaje y desarrollo continuos detonado por la diversidad que allí existe, transforma tanto a las comunidades donde se llevan a cabo los intercambios como a los individuos involucrados.

7. Robusto flujo circulatorio – De la misma forma en que la salud humana depende de una robusta circulación de oxígeno y nutrientes, también la salud económica depende de un robusto flujo circulatorio de dinero, información, recursos, así como bienes y servicios para apoyar el intercambio, descargar toxinas y alimentar a cada una de las células en todos los niveles de las redes humanas. La circulación de dinero e información, así como el uso eficiente de la reutilización de materiales, son de particular importancia para que los individuos, los negocios y las economías logren su potencial regenerativo.

8. Busca el equilibrio – Estar en equilibrio es mucho más que una forma agradable de estar. De hecho, es esencial para la salud sistémica. Al igual que el conductor de un monociclo, los sistemas regenerativos están siempre en una delicada danza en busca del equilibrio. Para lograrlo, se requiere que armonicen muchas variables en lugar de optimizarlas de forma individual. La Economía Regenerativa busca equilibrar eficiencia y resiliencia, colaboración y competición, diversidad y coherencia, así como las necesidades de las organizaciones pequeñas, medianas y grandes.

En resumen, la economía regenerativa representa un cambio de paradigma en la forma en que concebimos y practicamos la economía. En la búsqueda de un futuro sostenible y próspero, es imperativo adoptar un enfoque que respete los límites planetarios, reconociendo la finitud de la vida y operando dentro de esos límites para salvaguardar la salud y la prosperidad a largo plazo.

Este compromiso debe ir de la mano con la promoción de la equidad social y la justicia económica, asegurando que todos tengan acceso equitativo a los recursos y oportunidades, lo que reduce la desigualdad y fomenta la inclusión. Además, es esencial orientarse hacia la regeneración de los sistemas naturales y sociales, mediante la adopción de prácticas que restauren y fortalezcan los ecosistemas, las comunidades y las economías locales, en lugar de explotarlos y degradarlos.

Este enfoque debe priorizar el bienestar humano sobre el crecimiento económico a toda costa, reconociendo que la verdadera prosperidad no está dada por el aumento continuo del PIB, y fomentar la colaboración y cooperación entre diversos actores, desde gobiernos y empresas hasta organizaciones sin fines de lucro y comunidades locales, para abordar de manera integral los desafíos económicos, sociales y ambientales que enfrentamos.

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