Artículo por Anita Rivera, Coordinadora de Comunidad e Incidencia de Chile Regenerativo
El pasado 10 de noviembre Chile recibió la visita de un grupo de expertos en desarrollo regenerativo provenientes de Costa Rica y Colombia, quienes participaron en diversas actividades en Santiago y en la zona lacustre de Villarrica – Pucón.
Esta visita correspondió a la última gira de intercambio en el marco del proyecto “Nuevos Modelos de Desarrollo Regenerativo: Experiencias y Desafíos entre Chile y Costa Rica”, una iniciativa que es parte del Programa Bilateral de Cooperación Chile – Costa Rica financiado por la AGCiD (Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo), y que ya lleva dos años de co-ejecución entre Chile Regenerativo, CoLabUC y la ONG Sueño Andino.
En esta ocasión desde Costa Rica nos visitó un equipo de Costa Rica Regenerativa, iniciativa perteneciente a la Universidad para la Cooperación Internacional, compuesto por Edgar Mora, ex alcalde de Curridabat y ex ministro de Educación Pública, y Karina Víquez, Coordinadora del Certificado en Emprendimiento Regenerativo. Desde Colombia lo hizo Melina Ángel, bióloga especializada en biomímesis y fundadora de Colombia Regenerativa y la Red Global de Comunidades Regenerativas (RCN).
Celebrar la regeneración y la naturaleza
Una de las actividades centrales de esta visita estuvo enfocada en la participación del equipo de Costa Rica y Colombia en la 2da versión del Ladera Sur Fest, el festival de medio ambiente y naturaleza más importante de Chile, organizado por Ladera Sur y realizado en el Parque Santa Rosa de Apoquindo. Esta fiesta de la naturaleza cuenta con músicos, charlas, paneles, talleres y muchas otras actividades relacionadas con la vida outdoor, la conservación del medioambiente y la biodiversidad, algo único en América Latina y que fue de gran interés para el equipo de Costa Rica y Colombia.
Fue precisamente en el escenario Patagonia donde el sábado 11 de noviembre se llevó a cabo el panel de Chile Regenerativo llamado ‘La Vida al Centro’. En este evento, participaron como oradores destacados Edgar Mora, Melina Ángel y Ronald Sistek, con la moderación a cargo de Anita Rivera. Este panel fue una extensión del podcast del mismo nombre recientemente lanzado por Chile Regenerativo, donde estos entrevistados son los protagonistas de los tres primeros capítulos.
El encuentro se convirtió en un espacio para celebrar y compartir visiones diversas sobre la regeneración en sus múltiples facetas, desde lo urbano hasta lo natural, personal y organizacional. Esta ampliación de perspectivas proporciona un enfoque integral para abordar los desafíos actuales desde una óptica más holística, y permite comprender que la regeneración es un enfoque que se puede aplicar en diversos ámbitos del quehacer humano.
Además del panel La Vida al Centro, como Chile Regenerativo tuvimos un stand, y durante el resto del Ladera Sur Fest, Edgar, Karina y Melina tuvieron la oportunidad de realizar charlas, conversaciones y mentorías personalizadas a practicantes interesados en el movimiento de la regeneración en Chile y América Latina. Este intercambio uno a uno es clave para potenciar la regeneración ecosocial del continente, ya que permite compartir experiencias, contactos y miradas que integran la visión de la regeneración desde distintas perspectivas.
Fortalecer lo local y comunitario
Uno de los aprendizajes más importante de este viaje y las anteriores giras de intercambio, es sobre la relevancia que tiene el fortalecimiento territorial local para el desarrollo regenerativo a nivel comunitario. Compartir experiencias de regeneración que vienen de distintos contextos latinoamericanos, fortalece, moviliza y empodera a más personas a seguir adelante en el camino de un habitar regenerativo en esta región.
A su vez, al concentrar esfuerzos en potenciar las capacidades locales, se generan espacios propicios para la innovación, la participación ciudadana y la regeneración ecosocial. Este enfoque no solo promueve la autogestión y el empoderamiento de las comunidades, sino que también fomenta la preservación del entorno natural y la diversidad cultural. El desarrollo regenerativo, arraigado en lo local, permite la creación de soluciones contextualizadas y adaptadas a las necesidades específicas de cada territorio, impulsando un crecimiento equitativo, armonioso y resiliente.
En esta línea, tuvimos el privilegio de visitar dos grandes proyectos locales: el Humedal de Batuco, a cargo de la Fundación San Carlos de Maipo, y el Museo Interactivo de Agroecología y Sustentabilidad, a cargo del Centro de Desarrollo Local de la Pontificia Universidad Católica en Villarrica.
El trabajo que realiza la Fundación San Carlos de Maipo fue muy interesante de conocer ya que gracias a un esfuerzo constante durante varios años, lograron rescatar el Humedal de Batuco, para crear el Santuario de la Naturaleza Laguna de Batuco el cual hoy es el humedal más importante de la Región Metropolitana, tanto por su extensión como por la abundancia y riqueza de aves que alberga.
La Fundación San Carlos de Maipo busca ser un referente social, como consecuencia de la implementación de iniciativas que mejoren la calidad de vida de personas, familias y comunidades, y por su contribución al desarrollo de políticas públicas.
Desde su creación, la fundación ha colaborado en la recuperación de entornos degradados con la finalidad de favorecer a la infancia en situación de vulnerabilidad, levantando una visión de integración que se consolidó con el desarrollo de áreas verdes, ciclovías y parques en torno a ejes fluviales que permitieran comunicar las comunas de la región metropolitana.
En el año 2016 la Fundación San Carlos de Maipo compra los terrenos donde se emplaza la Laguna de Batuco para desarrollar un programa de conservación y restauración y así dejar un legado a las niñas y niños de nuestro país. Cabe destacar que parte de los esfuerzos de regeneración de este lugar, incluyeron la compra de terrenos que estaban autorizados como parcelas de 5 mil m2 sobre el espejo de agua de la laguna. A su vez, se ha trabajado en delimitar los espacios de tránsito de visitas sobre pasarelas de madera y en la protección del espacio frente a cazadores y perros asilvestrados que pudieran poner en peligro a la fauna silvestre local.
Por otro lado, en este tipo de contextos de recuperación de ecosistemas, juegan un rol clave entidades académicas como el Centro UC de Desarrollo Local (CEDEL), ubicado en Villarrica, cuyo foco de trabajo está orientado hacia actividades de investigación, desarrollo y transferencia para el desarrollo local sustentable. La mirada interdisciplinaria del CEDEL se conjuga eficazmente con la mirada ética e integral de los sistemas socio-ecológicos, lo que también resulta de interés para el equipo de la Universidad para la Cooperación Internacional de Costa Rica (UCI), en cuanto a que el foco de la UCI es precisamente la formación de capacidades para enfrentar los retos del desarrollo regenerativo y sostenible a nivel local.
Saberes ancestrales de América Latina
Otro aspecto clave en estos intercambios, ha sido el rol que han tenido de los pueblos originarios en las enseñanzas recibidas. Tanto en nuestra visita a una comunidad Bribri en Costa Rica, como la reciente visita de esta gira a la comunidad mapuche José Luis Caniulef en la zona lacustre de Villarrica-Lican Ray, el encuentro con pueblos indígenas generó espacios de profunda conexión con la sabiduría ancestral latinoamericana.
Los pueblos indígenas de América Latina han tenido y siguen teniendo un papel fundamental en la configuración de la cultura latinoamericana. Su influencia abarca aspectos como la lengua, la religión, la música, la gastronomía, las artes y las tradiciones, y también la preservación de la biodiversidad del continente. Según datos de la UNESCO (2023), las comunidades indígenas en el mundo representan apenas el 5% de la población del planeta, pero protegen el 80% de la biodiversidad mundial, y algunos de los bosques tropicales mejor preservados del mundo se encuentran en las zonas protegidas por comunidades indígenas.
A pesar de esta riqueza biocultural, los pueblos indígenas han enfrentado históricamente desafíos significativos, como la discriminación, la pérdida de tierras, la falta de acceso a servicios básicos y la preservación de sus formas de vida tradicionales; una realidad que hoy también comienzan a vivir millones de desplazados climáticos, y personas cuyos territorios han sido degradados a tal nivel que ya no es posible seguir habitándolos.
A partir de la experiencia de vida de los pueblos indígenas latinoamericanos y sus saberes ancestrales, es posible comprender una forma de relacionarnos y reconocernos naturaleza que es transversal al movimiento regenerativo de América Latina. La cosmovisión indígena ofrece una perspectiva holística, profundamente integrada y respetuosa hacia la naturaleza, que valora la interdependencia entre los seres humanos y su entorno. Aprender de esta cosmovisión implica adoptar una actitud más consciente con el lugar que habitamos, reconociendo la importancia de preservar y proteger la naturaleza para las generaciones futuras.
El poder transformador de la cooperación
La presencia de expertos en desarrollo regenerativo marca un hito importante hacia la consolidación de una red de colaboración sólida en América Latina. Este intercambio no solo ha fortalecido los vínculos entre países, sino que también ha sido una fuente de inspiración y enriquecimiento para las iniciativas locales, demostrando el poder transformador que tiene compartir experiencias y conocimientos en la construcción de un futuro regenerativo para la región.
En este sentido, el papel desempeñado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCI) ha sido fundamental y se erige como un ejemplo exitoso de programas de intercambio bilateral. Además, allana el camino para la posible inclusión de otras agencias de cooperación internacional en el futuro, lo que permitiría alcanzar una colaboración multilateral regional más sólida y eficaz en el ámbito de la regeneración.
Dentro del contexto de la cooperación internacional, el enfoque en el desarrollo regenerativo se presenta como un campo prometedor. Las agencias de cooperación tienen la capacidad de promover activamente programas centrados en la restauración de ecosistemas degradados, la revitalización de comunidades y la promoción de sistemas de intercambio culturalmente adecuados para la diversidad de biorregiones presentes en el continente.
En última instancia, los programas de intercambio bilateral fomentan una red global de colaboración que puede impulsar un nuevo desarrollo humano. La colaboración y la confianza se convierten en pilares esenciales para regenerar a las personas, las comunidades y los ecosistemas, por lo que tiene sentido que estos valores emerjan desde la cooperación.